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lunes, 7 de noviembre de 2011

Cuando aprendí a ser mayor


Recuerdo que siempre al pisar la 

Estación; abría la funda para 

tocar,  canciones de

fantasías no echas realidad;

ganando 4 duros para poder 

viajar a casa y tomar turrón con 

escarcha.



Recuerdo cuando aún no sabía soñar con mujeres que convenía y

me empeñaba en dolores de muela, lágrimas y cabinas de 100 

pesetas, con diez minutos hablados, era feliz.


Recuerdo sus sin recuerdos; heridas marcadas a fuego, a cuatro

horas de  camino, entre el amor y el olvido. 

Recuerdo mi primera noche en la lejanía de la Ciudad en la que el 

Capitan Alatriste rodó sus duelos; y el frio de la cama vacía; 

aprendiendo a escuchar silencio, te hacías mayor.

Recuerdo aquella niñez con poca barba y acné; estudiando carrera

en bancos de parques y escalones de puerta de Iglesía, con guitarra

marcada con silencio de 

padre e hijo, que aún hoy guardo como buen hombre de honor. 

 Recuerdo viajes interminables en asientos de bus, con aquellos 

"mp3" de capacidad TDK 60, rebobinados con bolic Bic. 
.........continuará.................

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